Si bien el cambio climático afecta a todo el planeta, su principal consecuencia es que vuelve más extremos y persistentes los eventos climáticos: las olas de calor traen mayores temperatura y son más prolongadas. Lo mismo sucede con las inundaciones, las nevadas, los incendios… Aunque aquí en la Tierra tenemos una ventaja: por más aterradores que sean estos cambios sabemos que todo lo que cae de la atmósfera es agua. Sucia, líquida, sólida o limpia, pero agua. Y eso se debe a que, por ahora, nuestro planeta es el único con agua líquida en la superficie. Eso es precisamente lo que hace que solo llueva agua en nuestro mundo.